Damenbildnis (retrato de Charlotte Pechstein) fue pintado tras la traumática participación de Pechstein en la batalla del Somme y su posterior licenciamiento en 1917. La modelo, su primera esposa Lotte, fue la antigua Charlotte Kaprolat a la que conoció durante la primavera de 1909. A los dieciséis años, se convirtió en la complaciente participante en numerosas ocasiones posando en plein air, a partir de las cuales Pechstein creó evocaciones de bañistas retozando. Los voluptuosos contornos de Lotte tuvieron mucho que ver con su representación más suntuosa de la forma femenina que la de Kirhner o Heckel, cuyas figuras más angulosas y estilizadas debían mucho a su representación de la escultura africana y oceánica. Pero en el sentido más directo, Lotte Pechstein estuvo en el epicentro del emergente estilo gestual de la escuela de Die Brücke y de los pintores que trataron de describir el estilo de vida primitivo que defendían. También fue la participante voluntaria en la gran aventura de su marido a las islas Palau, en el Pacífico Sur, en 1914. Pero para Max Pechstein, los rasgos de Lotte y su tez más oscura coincidían con su anhelo de todo lo salvaje y bello, la vida sencilla y sin adulterar más allá de la civilización que se correlaciona con la propia búsqueda de Gauguin de ese paraíso terrenal. Aquí, en Damenbildnis, Pechstein rinde homenaje a esa mujer, y lo hace sin adornos ni distorsiones, la que le ayudó a lograr su avance artístico por "su sensual falta de pudor". (Max Pechstein, Glückliche Tage in der Südee, 1945)