Polaroids de Andy Warhol: Me, Myself, & I
acerca de
No es de extrañar, pues, que Warhol llevara una cámara Polaroid desde los años 50 hasta su muerte en 1987. Las polaroids de Warhol son instantáneas y numerosas, como nuestros hábitos actuales con los teléfonos inteligentes. No es casualidad que los primeros filtros de las aplicaciones de redes sociales como Instagram imitaran a la polaroid. En sus imágenes de objetos cotidianos, la influencia de Warhol puede verse en fotógrafos actuales como Wolfgang Tillmans y Juergen Teller. Las fotografías, tomadas en el momento y reveladas en minutos, también hablan de la fugacidad y lo efímero de la cultura.
Warhol utilizaba estas polaroids para sus cuadros y se refería a las fotografías como su "lápiz y papel". Es importante señalar que las polaroids permanecieron con Warhol, a pesar de las súplicas de sus sujetos. Son un registro de su vida y su práctica, al tiempo que reflejan la idea de inclusión y exclusión, glamour y desolación.
Las polaroids de Warhol, que capturan lo brillante y lo bello, lo famoso y lo infame, son una mirada sin filtros a la sociedad, a la vez que un registro de la vida de uno de los artistas más importantes de Estados Unidos. Hablan del poder de la imagen y la ilusión.
La exposición abarca cuatro secciones - "Bring It to the Runway", "All That Glitters", "Me, Myself, & I" y "Ars Longa"- que se centran en diferentes temas dentro del conjunto de las polaroids. Visite nuestra otra exposición virtual, "Andy Warhol: Wayward Allure", para conocer mejor al enigmático genio.
"Yo, yo mismo y yo"
Esta sección es quizá la más reflexiva, ya que aborda al propio artista. A diferencia de las otras polaroids, estas imágenes tratan de cómo el artista se ve a sí mismo y a la imagen que ha creado, reforzándolos y derribándolos al mismo tiempo.
La obra de Warhol es mucho más que los objetos y temas de la cultura popular. Siempre ha girado en torno a la creación de imágenes. Y así, también, en los ejemplos más evidentes son estas polaroids del artista. Como se menciona en "Bring It to the Runway", Warhol se interesó durante mucho tiempo por el travestismo y el juego de roles que conlleva, y los autorretratos de Warhol vestido de mujer lo reflejan. Además, se remontan a las fotografías de Man Ray del artista Duchamp disfrazado de Rrose Sélavy.
Pero en esta sección también se ve a Warhol en una variedad de entornos y diferentes niveles de vulnerabilidad. Incluso al lado de famosos, Warhol se muestra incómodo. Armados con este conocimiento, cuando pasamos a las otras polaroids suyas, somos conscientes simultáneamente de Warhol como artista, Warhol como creador de imágenes y Warhol como ser humano. Vemos tanto la marca como el esfuerzo por crearla.