Francisco Zúñiga, uno de los artistas más destacados de Costa Rica y México, fue un prolífico e ilustre dibujante y escultor. Aprendiz de su padre, escultor de estatuas religiosas, Zúñiga estuvo expuesto al arte desde muy joven y estudió dibujo en la Escuela de Bellas Artes de San José. Aunque intentó estudiar arte en Europa en 1936, la Guerra Civil Española bloqueó los planes de Zúñiga. En cambio, se fue a México, donde estudió con Manuel Rodríguez Lozano. Aunque muy influenciado por el Renacimiento, también incorporó a menudo motivos precolombinos en sus obras.
Los temas de las obras de Zúñiga son casi exclusivamente figuras femeninas, que a menudo representan las poderosas fuerzas de las mujeres como matriarcas. A través de su técnica magistral declaró, reafirmó y recapituló la narrativa figurativa representativa de lo femenino. Creadas con línea, masa y volumen, las obras de Zúñiga se mueven hacia una interpretación universal de la feminidad. Zúñiga describió su trabajo como "una representación continua de la feminidad" y, como ningún otro artista, ha capturado y caracterizado el arquetipo de la mujer del sureste de México.
Francisco Zúñiga deja un extenso legado. Sus obras se encuentran en los principales museos del mundo, incluyendo el Museo Metropolitano de Arte, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México.
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