El pintor estadounidense Pat Steir estuvo muy influenciado por el Expresionismo Abstracto y la filosofía taoísta. Las antiguas técnicas de pintura china, sobre todo las de los pintores "salpicadores de tinta" de los siglos VIII y IX, ayudaron a informar su serie Waterfall, que obtuvo su aclamación y reconocimiento en la década de 1980. Estas obras, creadas por salpicaduras y goteo de sus pigmentos en el lienzo, se inspiraron en la relación entre el hombre y la naturaleza, y en el concepto de permitir que las fuerzas elementales ayuden activamente en la creación de sus pinturas. Ella comienza el proceso, y luego deja que la gravedad y el medio ambiente se hagan cargo, los resultados ya no están en sus manos.
En sus primeros años, estudió con artistas conceptuales y minimalistas, como Agnes Martin y Lawrence Weiner. Se ha citado a Steir diciendo que desea destruir las imágenes como símbolos creando la imagen, luego tachándola, descomponiendo cada pincelada y textura en su propia imagen. Sus obras abstractas y representativas han sido expuestas o coleccionadas por el Museo de Brooklyn, el MOMA de Nueva York y el Walker Art Center.
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