ALBERTO GIACOMETTI (1901-1966)

ALBERTO GIACOMETTI Alberto Giacometti nació en 1901 en un pequeño pueblo de Suiza, cerca de la frontera italiana. Su padre, Giovanni Giacometti, era un conocido artista que enseñó a su hijo los fundamentos de la pintura. En 1919, Alberto se trasladó a Ginebra para continuar sus estudios, y en 1922 se fue a París, donde se formó con el escultor Antoine Bourdelle, asociado de Auguste Rodin. Giacometti llegó a ser ampliamente aclamado como escultor surrealista preeminente, aunque siguió dedicando tiempo a la pintura y el dibujo. Vivió en Ginebra durante la Segunda Guerra Mundial, pero regresó a París en 1945, donde permaneció hasta su muerte en 1966. Galardonado con numerosos premios a lo largo de su vida, como el Premio Carnegie en 1961, el Gran Premio de la Bienal de Venecia en 1962 y el Premio Guggenheim de pintura en 1964, Giacommetti está considerado hoy como uno de los artistas más excepcionales y evocadores de mediados del siglo XX.

La obra de Giacometti es extensa y abarca muchos medios diferentes. Estilísticamente, está influenciado por el surrealismo de Joan Miró y Max Ernst, el cubismo de Pablo Picasso y el realismo distorsionado de Balthus. Es más conocido por sus esculturas en bronce de figuras humanas alargadas. En estas esculturas, Giacommeti alargaba la forma humana hasta dejar una sombra demacrada del cuerpo original. Estas esculturas parecen transmitir un comentario psicológico sobre la relación de las personas con su entorno: los seres humanos se reducen a meros fragmentos ante fuerzas que escapan a su control. Las esculturas de Giacommetti hablan de una especie de depravación espiritual de los tiempos modernos.

Las obras en otros medios también se centran en la figura humana en diferentes contextos. En sus dibujos, suele representar figuras que emergen de un mar de líneas rectas y curvas. Este entramado de líneas, a menudo en tinta negra o azul, continúa el diálogo entre el ser humano y su entorno. Es como si la figura emergiera de un fondo de marcas caóticas y hostiles que se atreven a usurparla. Al mismo tiempo, la figura deriva su ser de esos mismos remolinos y zigzags salientes. El fondo y la figura forman parte del mismo material compositivo y la relación entre los dos aspectos del dibujo se difumina. Giacometti revela su creatividad artística en estas piezas psicológicamente complejas.

OBRA DE ARTE

Investigación del Artista