Richard Prince alcanzó la mayoría de edad como artista en un mundo impulsado por el consumo y las mercancías, y su (re)uso de los anuncios comerciales habla de su interés por superar los límites de la autoría y la autenticidad. Su serie Cowboy fue una apropiación del Cowboy de Texas que aparecía en los anuncios de Marlboro Man de los años 40 y 50: impresionado por el artificio de la publicidad, reprocesó y regurgitó las imágenes de forma exagerada, desdibujando las líneas de la propiedad artística y la originalidad. El mensaje de la serie Cowboy de RichardPrince es sutil pero profundo, y es tan cierto en la generación de Instagram como en la de las fotos.
Al igual que Prince, Andy Warhol también tomó imágenes de periódicos y revistas para recrear imágenes, en el caso de Warhol, de celebridades y figuras de la cultura popular. Warhol compensó las capas de serigrafía y utilizó colores muy saturados para desviar intencionadamente el retrato de Marilyn Monroe del naturalismo y convertirlo en un objeto despersonalizado de los medios de comunicación de masas de Hollywood.
Cindy Sherman también utilizó los medios de comunicación populares -el cine y el vídeo en particular- para hacer declaraciones sobre las construcciones sociales de género e identidad.