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ANSEL ADAMS (1902-1984)

 
Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día. Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día.
Salida de la luna, Hernández, Nuevo México1941, impreso c. 195910 3/8 x 13 3/8 pulg.(26,35 x 33,97 cm) impresión en gelatina de plata
Procedencia
Myron Wood, Colorado, c. 1960
Paige Pinnell, Florida, c. 1977
Tom Potter, Nuevo México, c. 1980
Nicholas Potter, Nuevo México, descendiente de los anteriores
Colección privada, California, 1995
con la Galería Wach, Ohio, 1998
Colección privada, 1998
Conocido por su riguroso compromiso en el cuarto oscuro, Ansel Adams creó 1.300 copias de Moonrise, Hernández más de 40 años de esquivar y quemar, creando un grupo longitudinal de obras maestras. Moonrise es una composición formidable que nos retiene en una apreciación suspendida por su inquietante y bella impresión. No necesitamos saber de la desesperada lucha de Ansel por colocar su trípode, encontrar su medidor para captar esa fugacidad, o reflexionar sobre la suerte de capturar ese momento. En esta impresión de 1959, todos los detalles gloriosos están presentes: la luna casi llena, pero no del todo, con sus rasgos discernibles y el cementerio esencial con sus marcadores brillantes y cruces blancas crudamente iluminadas captadas en el momento menguante de la inevitable retirada de la luz del día.
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